El cambio de pañales consiste en cambiar los pañales sucios por pañales limpios y secos y en limpiar el culito del bebé. Esto se hace de 6 a 10 veces al día durante los primeros meses. No olvides que cambiar al bebé no es sólo una cuestión de higiene, sino también un momento de intenso placer e intercambio para él.
Debes cambiar al bebé en cuanto su pañal esté sucio de orina o heces, aunque lo hayas cambiado hace sólo 5 minutos. Esto suele coincidir con la hora de comer. En cualquier caso, debes comprobar el estado del pañal cada 2 ó 3 horas como máximo. Si llora porque está mojado o sucio, cámbialo más a menudo.
A tu bebé no le gusta que le desvistan. Al nacer, abandona el entorno intrauterino líquido y sobreprotegido en el que podía disfrutar de una temperatura estable, hecho un ovillo en la barriguita de su mamá. Tu bebé aún no está acostumbrado a moverse en el aire. Durante todo el embarazo, podía estar en contacto con las paredes del útero, su espalda estaba contenida, sus rodillas levantadas y podía llevarse las manos a la boca.
Al nacer, el vacío que les rodea les desestabiliza, sienten el peso y tienden a retraerse, a hacerse un ovillo para volver a su estado anterior. Con algunos movimientos precisos y suaves, puedes crear un contacto respetuoso con el bienestar de tu bebé. Debes saber que cambiar el pañal del bebé con frecuencia es la mejor manera de evitar irritaciones o rojeces en el culito.
Durante el primer año de vida, le cambiarás el pañal miles de veces. El cambio de pañal es esencial para la higiene del pequeño. Por lo tanto, debe hacerse tan a menudo como sea necesario, para que el bebé se sienta limpio y seco. También es importante hacerlo bien, para evitar la pesadilla del culito rojo.
Hay que cambiar al bebé hasta 7 u 8 veces al día. Su culito, tan delicado, se irrita fácilmente con la humedad, el contacto con la orina y las heces, y el roce de los pañales. Por eso necesitan un cuidado especial en cada cambio de pañal. Descubre nuestros consejos para limpiar correctamente el culito de tu bebé.
Para evitar los culitos rojos, no basta con cambiar a tu bebé a menudo. Aplica una crema adecuada para el cambio de pañal que aísle el culito de la humedad y el roce, sobre todo si el culito del bebé está rojo. Como medida preventiva, o en cuanto aparezcan rojeces, lo mejor es utilizar una crema específica para el cambio de pañal.
Si utilizas una "crema para pañales a base de agua", aplica una capa gruesa para protegerle de la acidez de las heces o la orina. Si se trata de una crema preventiva, aplica una pequeña cantidad y masajea muy suavemente. Algunos periodos son más peligrosos que otros para el culito del bebé, sobre todo durante la dentición o cuando las heces de tu hijo son un poco líquidas. En estos momentos especiales, utiliza crema una y otra vez. Para la comodidad del bebé.
Los cambios frecuentes de pañal son esenciales para
Por ello, se recomienda comprobar el estado del pañal cada 2 ó 3 horas, y cambiar al bebé en cuanto sea necesario, aunque sea poco después de un cambio anterior.
Coloca el nuevo pañal bajo el culito del bebé, ajustando los broches para que quede bien ajustado, sin comprimir la barriguita ni los muslos.
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