Originaria de los lagos de Chad y actualmente cultivada en estanques, la espirulina se recomienda especialmente por su riqueza en nutrientes.
Más bien, las algas azules tienden a ser terrestres y de tamaño muy pequeño. Las cianofíceas son principalmente bacterias procariotas. Desempeñan un papel importante en la fotosíntesis e, transforman energía y fijan CO2 y liberan O2. Algunos también pueden fijar el nitrógeno. De hecho, es interesante saber que han contribuido a la vida en la Tierra mediante la producción de O2 mediante la fotosíntesis. También son responsables de la gran oxidación hace unos 2 mil millones de años. Contribuyeron notablemente al primer sumidero de carbono biológico y son capaces de producir piedra caliza.
La espirulina es también el alimento tradicional de los Kanembous de Chad y testimonio del consumo de los aztecas, incas y preincas, traído de vuelta por los conquistadores. Es uno de los microorganismos vivos más antiguos de nuestro planeta. Considerada con mayor frecuencia como una microalga, la espirulina es más precisamente una cianobacteria . Tiene un sistema fotosintético, es decir utiliza, como las plantas, la energía solar para sintetizar sus moléculas orgánicas. Por lo tanto, captura la luz gracias a dos pigmentos: clorofila (verde) y ficocianina (azul rojo).
Desde la década de 1970, la espirulina se ha considerado un alimento saludable y un suplemento dietético . Este nuevo uso ha llevado a los científicos a interesarse por esta cianobacteria con múltiples virtudes.
Para desarrollarse, la espirulina necesita agua dulce, sales minerales y luz solar. La ficocianina se caracteriza por su color azul-rojo único. Es el principal pigmento de la espirulina y también el más activo.
En la espirulina seca, la ficocianina solo está presente en un 15% y requiere una fase de digestión sustancial antes de ser asimilada. Por lo tanto, los beneficios de la ficocianina de un
espirulina seca son menos. Las escamas, tabletas y otras formas de espirulina seca no permiten que la ficocianina se asimile fácilmente. Es necesaria una fase de digestión para acceder a la molécula activa, lo que implica una pérdida del 30 al 40% de la ingesta.