En 1891, los dos pioneros unieron sus fuerzas para crear una marca icónica. El primer éxito, las famosas "Pastillas Kneipp para intestinos perezosos", fue el punto de partida de una gama de productos que aún hoy satisfacen las necesidades del cuerpo y la mente. Desde tés hasta aceites esenciales, Kneipp sentó las bases de una medicina suave y eficaz que respetaba los ritmos de la naturaleza.
A pesar de los obstáculos, incluida la muerte de Kneipp en 1897, la marca siguió evolucionando bajo la dirección de Oberhäußer y sus sucesores. Estos últimos extendieron la reputación de Kneipp más allá de las fronteras alemanas, introduciendo innovaciones como la Pequeña Farmacia de Kneipp. Combinando practicidad, naturalidad y eficacia, Kneipp se estableció como un actor clave en el mundo de la salud natural.
Tras la Segunda Guerra Mundial, que destruyó muchas de las infraestructuras de la empresa, ésta se recuperó bajo la dirección de nuevos y apasionados líderes. Se instaló definitivamente en la ciudad de Würzburg, donde se benefició de unas condiciones ideales para cultivar plantas medicinales y seguir expandiéndose. La empresa, que empezó con hierbas medicinales y productos para el baño, se convirtió rápidamente en un símbolo de la calidad alemana.
Kneipp es ante todo un compromiso con la naturaleza y las personas. Fundada sobre los cinco pilares de Sebastian Kneipp -agua, plantas, ejercicio, equilibrio y nutrición-, la marca encarna un enfoque holístico del bienestar.
El agua, elemento central de la filosofía Kneipp, se utiliza para estimular el cuerpo y reforzar la inmunidad. Sebastian Kneipp creía firmemente que las aplicaciones de agua fría o alternada (caliente-fría) podían despertar las fuerzas naturales del cuerpo. Hoy en día, los productos Kneipp incorporan esta herencia ofreciendo tratamientos de baño y ducha diseñados para proporcionar beneficios terapéuticos a la vez que satisfacen las necesidades modernas de bienestar.
Las plantas utilizadas se seleccionan cuidadosamente por sus propiedades curativas. Desde el principio, Kneipp ha confiado en plantas locales de fácil acceso y ricas en beneficios. Desde las flores de árnica para reducir la inflamación hasta los aceites de almendras dulces para nutrir la piel, cada ingrediente se elige cuidadosamente por su pureza y eficacia.
El enfoque holístico de Kneipp también se basa en equilibrar cuerpo y mente. Además del cuidado físico, los productos Kneipp ofrecen un momento para volver a centrarse, reducir la velocidad y reconectar con uno mismo. En un mundo dominado por el estrés y los ritmos frenéticos, Kneipp nos recuerda la importancia de cuidarnos de forma holística.
Esta visión va acompañada de una especial atención a la calidad. Producidos en su mayor parte en Alemania, los productos Kneipp cumplen estrictas normas para garantizar su eficacia y seguridad. Además, el compromiso de la marca con la sostenibilidad se reafirma con su estrategia "Cero plástico" para 2025. Esta filosofía atemporal, arraigada en la tradición pero orientada hacia el futuro, resuena más que nunca en un mundo en busca de soluciones naturales.