Desde hace casi 30 años, Tadé explora las orillas del Mediterráneo para extraer los secretos de belleza que han atravesado los siglos. Fundada por Thaddée de Slizewicz, un hombre apasionado por la historia y la geografía, la marca se inspira en el arte de vivir oriental, donde el baño y el cuidado del cuerpo son rituales de bienestar y purificación. Su primer descubrimiento: el Pain d'Alep®, antepasado del jabón de Marsella, un tesoro de saber hacer milenario.
La idea de Tadé es ofrecer productos que formen parte de una tradición milenaria, garantizando al mismo tiempo fórmulas modernas que respeten incluso las pieles más sensibles. El ritual del baño es mucho más que una simple limpieza: es un momento de relajación, revitalización y cuidado. Al integrar las virtudes de las plantas aromáticas y los aceites esenciales, Tadé transforma cada tratamiento en una experiencia sensorial única.
Cada producto Tadé es una oda a la naturalidad y a la calidad artesanal. Los jabones, aceites y accesorios proceden de tradiciones regionales transmitidas de generación en generación. Las materias primas -aceites vegetales nobles, especias y plantas aromáticas- se seleccionan cuidadosamente por sus propiedades hidratantes, calmantes y regeneradoras.
Los jabones de Alepo, verdaderos tesoros de la cosmética oriental, se elaboran siguiendo métodos tradicionales que garantizan su pureza y eficacia. Cada jabón se seca durante varios meses para preservar sus principios activos naturales, ofreciendo una calidad inigualable a los usuarios que buscan un cuidado excepcional de su piel.
Tadé se compromete a respetar a las personas y el medio ambiente. La marca favorece las cadenas de suministro cortas, garantiza una producción ética y aboga por una cosmética respetuosa con la naturaleza. La mayoría de sus productos están certificados ECOCERT y COSMOS, lo que garantiza la ausencia de sustancias controvertidas.
Tadé también contribuye a proteger los oficios tradicionales trabajando directamente con los productores locales y los maestros jaboneros. La empresa se preocupa de pagar a sus socios de forma justa, garantizando al mismo tiempo el respeto de las normas medioambientales y sociales. Este enfoque sostenible hace de Tadé una marca comprometida, preocupada por preservar los recursos naturales y garantizar al mismo tiempo una calidad irreprochable.
Al mismo tiempo, la marca apoya causas humanitarias como la ONG Baroudeurs de l'Espoir, que trabaja para que los niños sirios y libaneses tengan acceso a la educación. Este compromiso solidario añade una dimensión ética y humana a los valores de Tadé.
Tadé es ante todo una inmersión en el mundo del bienestar mediterráneo. Cada producto, diseñado con pasión y exigencia, responde a las necesidades de los consumidores en busca de autenticidad, calidad y naturalidad. Gracias a fórmulas ricas en principios activos naturales, cada producto aporta un momento de relajación y placer, llevando al usuario a un inolvidable viaje sensorial por el Mediterráneo.
Combinando el respeto por la tradición, el compromiso con el medio ambiente y la excelencia artesanal, Tadé encarna la cosmética auténtica, ética y sensorial. Ya sea para mimar su piel, perfumar su hogar o hacer un regalo significativo, la marca se ha consolidado como un referente del bienestar natural.
Gracias a su historia única y a su compromiso con los valores tradicionales, Tadé sigue innovando respetando su herencia. Regálese el lujo de la autenticidad con tratamientos que celebran la riqueza de la tierra mediterránea y el saber hacer ancestral de sus artesanos.