La Rosée es ante todo una bonita historia de amistad, la historia de dos farmacéuticos que se conocieron en los bancos de la Facultad de Farmacia de Lyon. Desde el principio, compartieron la misma pasión por la cosmetología y la dermatología. Su experiencia común detrás del mostrador de la farmacia les hizo tomar conciencia de una necesidad evidente: una gama de productos para el cuidado de la piel más sencilla, natural y respetuosa, tanto con la piel como con el planeta. Esta constatación desencadenó una ambiciosa aventura empresarial.
Decidieron crear una marca que reflejara sus valores fundamentales. Su idea era clara: ofrecer una gama corta y esencial centrada en la hidratación, piedra angular de una piel sana y radiante. Fue un reto que asumieron con determinación, basándose en sólidos principios como la ética, la autenticidad y la sostenibilidad. ¿Su objetivo? Ofrecer cosméticos a caballo entre la dermatología y el placer sensorial, sin renunciar a la naturalidad ni a la eficacia.
La Rosée se asienta sobre una sólida base de valores. Naturalidad, transparencia, compromiso ecológico y eficacia clínica son los pilares de esta marca. Desde el principio, los fundadores tomaron la audaz decisión de prohibir varios centenares de ingredientes controvertidos en sus fórmulas, adoptando una estricta carta que va mucho más allá de los requisitos reglamentarios. Las fórmulas son cortas, con ingredientes seleccionados por su eficacia y alta tolerancia, incluso en las pieles más sensibles.
El enfoque medioambiental también está en el centro de su estrategia. La Rosée se esfuerza por minimizar su impacto ecológico en todas las etapas, desde la formulación del producto hasta su envasado. Los frascos son ecodiseñados, a menudo reciclables o rellenables, y se evita sistemáticamente el sobreenvasado. Gracias a iniciativas como la inclusión de alternativas biodegradables y la compensación de emisiones de carbono, la marca se está consolidando como un referente de la cosmética responsable.
Lo que distingue a La Rosée es su capacidad para combinar la eficacia dermatológica con una sensorialidad incomparable. Cada producto está diseñado para proporcionar una experiencia placentera al tiempo que satisface las necesidades específicas de la piel. Con texturas ligeras y fundentes y fragancias suaves y sutiles, cada detalle está pensado para ofrecer un auténtico momento de bienestar.
Las pruebas clínicas, realizadas bajo control dermatológico, garantizan no sólo la seguridad de las fórmulas, sino también su eficacia. Los resultados se miden científicamente mediante métodos rigurosos, como pruebas de hidratación y estudios sobre pieles sensibles. Además, los voluntarios que participan en estas pruebas confirman regularmente la satisfacción inmediata y duradera de los tratamientos La Rosée.
Pionera de la cosmética "limpia", La Rosée excluye los ingredientes contaminantes y poco biodegradables, como las siliconas y los aceites minerales, para ofrecer productos respetuosos con la piel y el medio ambiente.
Convencidos de que todas las pieles merecen lo mejor, los fundadores de La Rosée han desarrollado productos para el cuidado de la piel adaptados incluso a las pieles más frágiles. Esta atención al detalle es particularmente evidente en la gama Mon Petit La Rosée, especialmente diseñada para los bebés. La piel de los bebés es inmadura y delicada, por lo que requiere productos ultrasuaves que respeten su barrera hidrolipídica. Cada fórmula se somete a pruebas rigurosas para garantizar una tolerancia óptima, ofreciendo al mismo tiempo una experiencia sensorial única gracias a texturas sedosas y fragancias ligeras.
Esta atención al detalle ha permitido a La Rosée diferenciarse y ganarse la confianza de padres y profesionales de la salud. Las farmacias, socios de la marca desde hace muchos años, son un factor clave de este éxito, ya que encarnan la experiencia y la proximidad a los consumidores.
Además de sus productos, La Rosée participa activamente en causas medioambientales y humanitarias. Certificada B Corp desde 2024, la marca responde a elevados estándares de responsabilidad social y sostenibilidad ecológica. Esta etiqueta reconoce sus esfuerzos por limitar su huella medioambiental y promover un modelo de negocio ético.
La Rosée también apoya iniciativas concretas, como la reforestación en Madagascar e Indonesia, la restauración de los arrecifes de coral en las Maldivas y el acceso al agua potable en Camboya a través de la asociación 1001fontaines. Estas acciones refuerzan su compromiso con la protección del planeta y la mejora de las condiciones de vida de las poblaciones vulnerables.
En menos de diez años, La Rosée ha pasado de ser un proyecto visionario a una marca líder, presente en más de 10.000 farmacias en Francia. Este éxito se basa en una filosofía sencilla pero poderosa: situar al usuario y al medio ambiente en el centro de todas nuestras decisiones. Cada producto, cada innovación, es el resultado de escuchar atentamente las necesidades reales de los consumidores.
Con sus equipos unidos y apasionados, La Rosée continúa su expansión internacional, sin perder nunca de vista sus valores fundacionales. La fidelidad y el entusiasmo de sus clientes demuestran la pertinencia de su enfoque y la calidad de sus productos.
La Rosée ofrece una gama completa de productos para el cuidado de la piel, adecuados para todas las etapas de la vida y todas las necesidades cutáneas. He aquí un resumen de estos productos, que combinan eficacia y placer de uso.
Cada producto es una prueba del compromiso de La Rosée de ofrecer soluciones naturales, fiables y agradables para toda la familia.