¿Qué es el cobre y por qué es esencial para el organismo?
El cobre es un oligoelemento esencial que desempeña un papel fundamental en numerosas funciones biológicas. Presente en cantidades ínfimas en el cuerpo humano, interviene en la formación de glóbulos rojos, el buen funcionamiento del sistema inmunitario y la producción de energía celular.
El cobre es también un potente antioxidante, que ayuda a neutralizar los radicales libres responsables del envejecimiento celular y de muchas enfermedades degenerativas.
¿Cuáles son los beneficios del cobre para la salud?
Una cantidad adecuada de cobre en el organismo aporta una serie de beneficios esenciales:
Apoyo al sistema inmunitario: estimula la producción de células inmunitarias y ayuda a combatir las infecciones.
Producción de energía: participa en el metabolismo de los hidratos de carbono y las grasas, favoreciendo un mejor aprovechamiento de los nutrientes.
Salud ósea y articular: interviene en la síntesis de colágeno, ayudando a mantener los huesos fuertes y a prevenir la artrosis.
Protección del sistema cardiovascular: regula la presión arterial y favorece la salud de los vasos sanguíneos.
Potente antioxidante: protege las células contra el estrés oxidativo y limita los daños vinculados al envejecimiento prematuro.
Pigmentación de la piel y el cabello: favorece la síntesis de melanina, ayudando a mantener una piel radiante y un cabello sano.
¿Cuáles son los síntomas de la carencia de cobre?
La carencia de cobre, aunque poco frecuente, puede tener consecuencias importantes para la salud, como por ejemplo
Fatiga excesiva y sensación persistente de debilidad.
Anemia debida a una menor absorción de hierro.
Trastornos neurológicos: pérdida de coordinación, debilidad muscular y entumecimiento.
Osteoporosis y dolores articulares causados por la fragilidad ósea.
Debilitamiento del sistema inmunitario: mayor susceptibilidad a las infecciones.
Despigmentación de la piel y el cabello, que puede provocar una decoloración prematura.
¿Cuáles son las mejores fuentes alimentarias de cobre?
Como el cobre es un oligoelemento esencial, debe aportarse en la dieta. Las principales fuentes naturales son :
Despojos: hígado de ternera, hígado de ave, riñones.
Marisco: ostras, mejillones, gambas.
Semillas oleaginosas: anacardos, almendras, avellanas.
Cereales integrales: quinoa, copos de avena, pan integral.
Legumbres: lentejas, garbanzos, alubias.
Chocolate negro: rico en cobre, también tiene beneficios antioxidantes.
En general, una dieta variada y equilibrada es suficiente para cubrir las necesidades diarias de cobre.
¿Cuáles son los riesgos de un exceso de cobre en el organismo?
Aunque una carencia de cobre puede ser problemática, un exceso también puede tener consecuencias negativas. La acumulación excesiva de cobre en el organismo puede provocar :
Problemas digestivos: náuseas, vómitos, dolor abdominal.
Estrés oxidativo: formación excesiva de radicales libres, favoreciendo la inflamación.
Trastornos neurológicos: ansiedad, insomnio y trastornos del estado de ánimo.
El exceso de cobre puede deberse a un consumo excesivo de complementos alimenticios o a ciertas enfermedades genéticas como la enfermedad de Wilson, que provoca una acumulación tóxica de cobre en el hígado y el cerebro.
¿Es bueno el cobre para la piel y el cabello?
Sí, el cobre es un aliado esencial para tener una piel y un cabello bonitos. Desempeña un papel clave en la síntesis de colágeno y elastina, contribuyendo a una piel más firme y elástica. Además, al favorecer la producción de melanina, ayuda a preservar la pigmentación natural del cabello y evita su decoloración prematura.
¿Puede el cobre ayudar a combatir las infecciones?
Por supuesto que sí. El cobre tiene propiedades antimicrobianas y antivirales. Se ha utilizado desde la antigüedad por sus propiedades purificadoras, sobre todo para desinfectar el agua y las heridas. Incluso hoy en día, el cobre se encuentra en ciertos materiales antibacterianos utilizados en los hospitales para limitar la propagación de infecciones.
¿Las necesidades de cobre varían según la edad y el sexo?
Sí, las necesidades de cobre varían en función de varios factores:
Lactantes (0-6 meses): 0,2 mg/día
Niños (1-8 años): 0,3 a 0,7 mg/día
Adolescentes y adultos: 0,9 mg/día
Embarazadas y lactantes: de 1 a 1,3 mg/día
Las mujeres embarazadas y lactantes tienen una mayor necesidad de cobre, ya que este oligoelemento es crucial para el desarrollo del cerebro del feto y del lactante.
¿Puede el cobre mejorar la memoria y la concentración?
Sí, el cobre desempeña un papel fundamental en la transmisión de señales nerviosas y en la formación de nuevas conexiones neuronales. Una deficiencia de cobre puede estar asociada a problemas cognitivos, en particular a una disminución de la memoria y la concentración.
Los estudios sugieren que una ingesta adecuada de cobre podría ayudar a prevenir enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer y el Parkinson.
¿Qué relación existe entre el cobre y el hierro en el organismo?
El cobre y el hierro son dos oligoelementos interdependientes. El cobre es esencial para la absorción y el transporte del hierro en el organismo. Una carencia de cobre puede provocar una anemia ferropénica, incluso si se ingiere suficiente hierro.
Para evitar carencias, es importante seguir una dieta equilibrada rica en estos dos minerales.
¿Se utiliza el cobre en medicina y naturopatía?
Sí, el cobre se utiliza mucho en medicina natural y naturopatía por sus propiedades antiinflamatorias, inmunoestimulantes y antimicrobianas. Se puede encontrar en varias formas:
Oligoelementos en ampollas para reforzar el sistema inmunitario.
Pulseras de cobre para aliviar el dolor articular.
Cobre coloidal, reconocido por sus propiedades antibacterianas y antifúngicas.
