¿Qué es la conjuntivitis?
La conjuntivitis, a menudo llamada ojo rojo por el enrojecimiento y la inflamación que provoca, es una afección frecuente que afecta a la conjuntiva, la membrana transparente que recubre la parte blanca del ojo y el interior de los párpados. Puede estar causada por virus, bacterias, alérgenos o irritantes químicos.
Las causas de la conjuntivitis se dividen en tres categorías principales: víricas, bacterianas y alérgicas. Las conjuntivitis víricas y bacterianas son contagiosas y pueden propagarse fácilmente, mientras que la conjuntivitis alérgica suele estar causada por una reacción a alérgenos como el polen, el polvo o el humo.
Los síntomas de la conjuntivitis son los siguientes
Enrojecimiento del ojo u ojos
Rascado o sensación de quemazón
Secreción amarillenta o verdosa, sobre todo al despertarse
Lagrimeo excesivo
Sensibilidad a la luz
El tratamiento de la conjuntivitis depende de su causa:
Viral: suele resolverse por sí sola. Las compresas frías y las lágrimas artificiales pueden aliviar los síntomas.
Bacteriana: Pueden recetarse antibióticos en forma de gotas o pomadas.
Alérgica: pueden recomendarse antihistamínicos o colirios antialérgicos para reducir la inflamación.
Para prevenir el contagio de la conjuntivitis, siga estos consejos:
Lávese las manos frecuentemente con agua y jabón.
Evite tocarse o frotarse los ojos.
No comparta objetos personales como toallas, sábanas o cosméticos para los ojos.
Utiliza gafas protectoras si te expones a productos químicos o irritantes.
Sí, tanto las formas víricas como bacterianas de conjuntivitis son contagiosas. Pueden propagarse por contacto directo con secreciones del ojo de una persona infectada o por objetos contaminados. La conjuntivitis alérgica no es contagiosa.
La duración de la conjuntivitis varía según su tipo. La conjuntivitis vírica puede durar de una a dos semanas y suele desaparecer sin tratamiento. La conjuntivitis bacteriana puede tardar de 7 a 10 días en resolverse con un tratamiento antibiótico adecuado. La conjuntivitis alérgica dura mientras persiste la exposición al alérgeno o puede ser estacional.
Es aconsejable evitar el colegio, el trabajo o los lugares públicos durante los primeros días de una conjuntivitis vírica o bacteriana para limitar el contagio. En el caso de la conjuntivitis alérgica, que no es contagiosa, la decisión depende de la comodidad y de la capacidad para controlar los síntomas.
Sí, los niños son especialmente susceptibles de contraer conjuntivitis debido a su proximidad a colegios y parques infantiles, y a su tendencia a frotarse los ojos. Es fundamental enseñar a los niños la importancia de la higiene de las manos para evitar el contagio.
Aunque algunos remedios caseros no sustituyen al consejo médico, pueden aliviar los síntomas:
Lascompresas frías para la conjuntivitis alérgica o las compresas calientes para los tipos bacterianos pueden proporcionar alivio.
El uso de lágrimas artificiales puede ayudar a limpiar y lubricar el ojo.
Evite irritantes como el humo y el cloro, que pueden agravar los síntomas.
No obstante, es esencial consultar a un profesional sanitario para obtener un diagnóstico y un tratamiento adecuados.
En la mayoría de los casos, la conjuntivitis se resuelve por sí sola sin causar daños a largo plazo. Sin embargo, si no se trata, sobre todo la conjuntivitis bacteriana, puede provocar complicaciones más graves, como infección de la córnea o problemas de visión. Por lo tanto, es importante consultar a un profesional sanitario si sospecha que tiene conjuntivitis o si los síntomas empeoran.