Fumar es el acto de inhalar humo producido por la combustión de tabaco, normalmente cigarrillos, puros o pipas. Las principales causas son la dependencia de la nicotina, una sustancia altamente adictiva contenida en el tabaco, las influencias sociales y ambientales, el estrés y, a veces, la imitación o la presión de los compañeros.
Fumar es una de las principales causas de enfermedades prevenibles en todo el mundo. Se asocia a una serie de trastornos graves, entre ellos
En Francia, alrededor del 30% de los adultos fuman, aunque esta cifra tiende a disminuir gracias a las políticas de salud pública. El tabaquismo es responsable de más de 75.000 muertes al año, lo que lo convierte en la primera causa de muerte evitable.
Los síntomas de la abstinencia a la nicotina pueden incluir:
Estos síntomas son temporales y varían en intensidad según el grado de adicción previo.
Dejar de fumar suele requerir varios intentos y la adopción de diversas estrategias:
La combinación de estos métodos aumenta considerablemente las posibilidades de éxito.
El tabaquismo cuesta cada año miles de millones a la economía mundial por los costes sanitarios asociados a las enfermedades relacionadas con el tabaco y la pérdida de productividad debida a las enfermedades y a la mortalidad prematura. En Francia, los costes directos para el sistema sanitario se estiman en varios miles de millones de euros anuales.
Las medidas preventivas contra el tabaquismo incluyen :
El tabaquismo pasivo también puede causar enfermedades graves a los no fumadores, como cáncer y enfermedades cardiovasculares. Los niños son especialmente vulnerables a los efectos del humo ajeno, que puede provocar complicaciones respiratorias y un mayor riesgo de síndrome de muerte súbita del lactante.
Aunque algunas alternativas, como los cigarrillos electrónicos o el tabaco calentado, se presentan a menudo como menos perjudiciales, siguen entrañando riesgos para la salud y no se recomiendan como opciones seguras. La mejor opción para la salud sigue siendo la abstinencia total de los productos del tabaco.
Continuar la lucha contra el tabaquismo es esencial para reducir las muertes y enfermedades evitables, mejorar la calidad de vida de millones de personas y reducir la carga económica de los sistemas sanitarios. Los esfuerzos concertados para reducir la prevalencia del tabaquismo pueden salvar vidas y mejorar la salud pública a largo plazo.
La nicotina es una sustancia química presente de forma natural en la planta del tabaco. Es la principal responsable de la adicción al tabaco, ya que actúa sobre el sistema nervioso central para producir sensaciones de placer y recompensa. El tabaco, por su parte, se refiere a la propia planta o a los productos elaborados con sus hojas secas, como cigarrillos, puros y rapé. El tabaco contiene más de 7.000 sustancias químicas, muchas de las cuales son tóxicas y cancerígenas.
El tabaquismo pasivo se mide por la presencia de nicotina y otros compuestos del tabaco en el ambiente, a menudo evaluada mediante dispositivos de medición de la calidad del aire o análisis biológicos como las pruebas de cotinina en sangre u orina. Las consecuencias a largo plazo del tabaquismo pasivo incluyen un mayor riesgo de desarrollar enfermedades respiratorias y cardiovasculares y cánceres, similares a los que sufren los fumadores activos. En los niños, la exposición puede provocar infecciones de las vías respiratorias inferiores, asma y reducción de la función pulmonar.
Ciertos factores de riesgo pueden aumentar la propensión de una persona a fumar. Estos factores incluyen, entre otros, influencias ambientales como tener familiares o amigos fumadores, factores genéticos que pueden afectar a los mecanismos de adicción en el cerebro y factores psicológicos como el estrés, la ansiedad y otros trastornos mentales. Las estrategias preventivas específicas pueden ayudar a reducir estos riesgos en las poblaciones vulnerables.
Fumar tiene un impacto negativo significativo en el sistema inmunitario. Debilita la respuesta inmunitaria general, haciendo que el organismo sea menos capaz de combatir las infecciones. Esto incluye una curación más lenta de las heridas, una mayor susceptibilidad a las infecciones respiratorias y un mayor riesgo de enfermedades autoinmunes. Además, el humo del tabaco altera la función de los glóbulos blancos, comprometiendo la capacidad del organismo para responder eficazmente a los agentes patógenos.
Las campañas de concienciación sobre el tabaquismo desempeñan un papel crucial en la reducción de las tasas de tabaquismo al educar al público sobre los riesgos para la salud asociados al consumo de tabaco y promover un comportamiento saludable. Estas campañas suelen utilizar diversos medios, como anuncios de televisión, carteles y plataformas en línea, para llegar a un público amplio. La eficacia de estas campañas aumenta cuando se combinan con otras medidas, como el aumento de los impuestos sobre los productos del tabaco y las restricciones a su venta y publicidad. Los datos muestran que estos esfuerzos coordinados pueden reducir significativamente las tasas de tabaquismo, sobre todo entre los jóvenes.