¿Qué es la queratosis actínica?
La queratosis actínica es una afección precancerosa de la piel causada por una exposición excesiva a los rayos ultravioleta (UV), ya sea del sol o de fuentes artificiales como las camas solares. Suele manifestarse en forma de lesiones ásperas y escamosas en zonas expuestas al sol, como la cara, las orejas, las manos y el cuero cabelludo en las personas calvas.
¿Cuáles son los síntomas de la queratosis actínica?
Los síntomas incluyen manchas ásperas y escamosas de color rosa, rojo o marrón. A veces, estas lesiones pueden picar o doler y, en ocasiones, sangrar. Su textura puede compararse a la del papel de lija, y pueden variar de tamaño.
¿Cómo se puede prevenir la queratosis actínica?
La prevención de la queratosis actínica se centra principalmente en la protección contra los rayos UV. He aquí algunas medidas eficaces:
¿Cuáles son las opciones de tratamiento de la queratosis actínica?
Los tratamientos de la queratosis actínica varían en función de la extensión y gravedad de las lesiones:
¿Cómo se diagnostica la queratosis actínica?
A menudo, un dermatólogo puede diagnosticar la queratosis actínica mediante un examen visual de las lesiones. En algunos casos, puede ser necesaria una biopsia para descartar el desarrollo de células cancerosas. Este procedimiento consiste en tomar una pequeña muestra de tejido para su posterior análisis en el laboratorio.
¿Puede la queratosis actínica convertirse en cáncer?
Sí, aunque la queratosis actínica es en sí misma una lesión precancerosa, puede convertirse en carcinoma de células escamosas, una forma de cáncer de piel, si no se trata. Por eso es fundamental vigilar cualquier cambio en el aspecto de las lesiones y consultar a un profesional sanitario para una evaluación periódica.
¿Cuál es el pronóstico de una persona con queratosis actínica?
Con un diagnóstico precoz y un tratamiento adecuado, el pronóstico suele ser muy favorable. El tratamiento puede evitar la progresión a cáncer de piel y minimizar los riesgos asociados. No obstante, se recomienda a las personas que han padecido queratosis actínica que se sometan a revisiones periódicas con un dermatólogo y que sigan protegiendo su piel del sol.
¿Es frecuente la queratosis actínica en adultos?
La queratosis actínica es muy común en los adultos, especialmente en los mayores de 50 años, aunque los adultos jóvenes también pueden verse afectados por la exposición intensa y prolongada al sol. Las estadísticas indican que esta afección afecta a unos 58 millones de estadounidenses, y las cifras son comparables en Europa, sobre todo en los países mediterráneos, donde la exposición al sol es mayor.
¿Existen factores genéticos que influyan en la queratosis actínica?
Sí, algunos factores genéticos pueden predisponer a padecer queratosis actínica. Las personas de piel clara, ojos azules o verdes y pelo pelirrojo o rubio tienen un mayor riesgo de desarrollar la enfermedad debido a sus bajos niveles de melanina, el pigmento que ayuda a proteger la piel de los daños causados por los rayos UV. Los antecedentes familiares de queratosis actínica o cáncer de piel también pueden aumentar el riesgo.
¿La queratosis actínica puede desaparecer por sí sola?
En algunos casos poco frecuentes, las lesiones de queratosis actínica pueden desaparecer sin tratamiento, pero en general tienden a persistir e incluso pueden engrosarse o multiplicarse. Es fundamental no ignorar estas lesiones, ya que pueden convertirse en cáncer de piel. El seguimiento dermatológico permite controlar la evolución de las lesiones e intervenir en caso necesario.
¿Cómo se distingue la queratosis actínica de otras lesiones cutáneas?
La queratosis actínica puede confundirse a veces con otras afecciones cutáneas como la psoriasis, el eczema o el cáncer de piel no melanoma. Las lesiones de queratosis actínica suelen ser ásperas, secas y escamosas, y a menudo se encuentran en zonas expuestas al sol. Un dermatólogo puede hacer un diagnóstico preciso mediante un examen clínico y, si es necesario, una biopsia para distinguir estas afecciones.
¿Cuál es el impacto psicológico de la queratosis actínica?
No hay que subestimar el impacto psicológico de la queratosis actínica. Los afectados pueden experimentar ansiedad debido a la aparición de lesiones y al temor a la progresión a cáncer. Además, la necesidad de tratamientos repetidos y las frecuentes visitas al dermatólogo pueden contribuir a generar sentimientos de estrés y preocupación. Es importante que el tratamiento de la queratosis actínica incluya un apoyo psicológico adecuado para ayudar a los pacientes a gestionar estos aspectos.