La aspereza cutánea es una zona de textura irregular en la que la piel puede volverse seca, escamosa o con bultos. Esta aspereza puede deberse a diversos factores, como el clima seco, las reacciones alérgicas, la psoriasis o la queratosis pilar, una afección en la que la producción excesiva de queratina bloquea los folículos pilosos.
La queratosis pilar suele manifestarse en forma de pequeñas protuberancias de color carne o rojas en zonas frecuentemente expuestas, como los brazos, los muslos o las mejillas. Si nota una diferencia notable de textura acompañada de enrojecimiento o sensación de picor, es aconsejable consultar a un dermatólogo para obtener un diagnóstico preciso.
El tratamiento de la piel áspera depende de la causa subyacente. Para la sequedad, las cremas hidratantes enriquecidas con urea o ácido láctico pueden ser eficaces para suavizar la piel. Para afecciones como la queratosis pilar, el uso de productos exfoliantes suaves y cremas que contenganácido salicílico puede ayudar a reducir los síntomas.
Para prevenir la aspereza de la piel, es fundamental mantener una rutina de cuidado de la piel adecuada, que incluya una hidratación regular y el uso de productos adecuados para su tipo de piel. Evitar los baños excesivamente calientes y los jabones que resecan también puede ayudar a mantener la barrera de hidratación natural de la piel.