La tendinitis es una inflamación de los tendones, las estructuras fibrosas que unen los músculos a los huesos. Puede producirse como resultado de una sobrecarga repetida, un movimiento incorrecto o un traumatismo directo. Los síntomas más comunes de la tendinitis son dolor al mover el tendón, hinchazón localizada y sensación de calor alrededor de la zona afectada. En los casos más avanzados, el dolor también puede aparecer en reposo.
Las principales causas de tendinitis son el uso repetido y excesivo del tendón afectado, los movimientos repetitivos en el trabajo o el deporte, las malas posturas durante las actividades cotidianas o deportivas, y el envejecimiento, que puede hacer que los tendones sean menos elásticos y más susceptibles a las lesiones.
El diagnóstico de la tendinitis es principalmente clínico, realizado por un médico a partir de la historia clínica y la exploración física. Pueden ser necesarias pruebas adicionales como la ecografía o la resonancia magnética para confirmar la inflamación del tendón y descartar otras afecciones como roturas tendinosas o problemas articulares.
El tratamiento de la tendinitis tiene como objetivo reducir el dolor y la inflamación y promover la curación del tendón. Puede incluir:
Para prevenir la tendinitis, conviene adoptar una buena postura en el trabajo y durante las actividades deportivas, calentar adecuadamente antes de practicar un deporte, diversificar los movimientos para evitar sobrecargar un mismo tendón y reforzar los músculos de sostén de los tendones afectados.
Sí, la tendinitis puede reaparecer, sobre todo si no se tratan adecuadamente los factores desencadenantes iniciales. Una rehabilitación adecuada, la adopción de buenas prácticas ergonómicas y un seguimiento regular por parte de profesionales pueden ayudar a minimizar el riesgo de recidiva.
La tendinitis puede afectar a varias zonas del cuerpo, cada una con sus propias particularidades:
Sí, existen varios tratamientos naturales para aliviar la tendinitis:
Una buena nutrición puede desempeñar un papel crucial en la prevención y el tratamiento de la tendinitis. Los alimentos ricos en vitaminas C y E, omega-3 y antioxidantes pueden ayudar a reducir la inflamación. También es importante mantener una hidratación adecuada para garantizar la salud de los tendones. Evitar los azúcares refinados y las grasas saturadas también puede ayudar a reducir la inflamación general del organismo.
Es aconsejable consultar a un profesional sanitario si :
Sí, la tendinitis puede estar asociada a determinadas afecciones médicas como la diabetes, los desequilibrios hormonales o enfermedades reumáticas como la artritis reumatoide. Además, se sabe que algunos medicamentos, en particular ciertos tipos de antibióticos como las fluoroquinolonas, aumentan el riesgo de tendinitis e incluso de rotura tendinosa. Es importante comentar los posibles efectos secundarios de la medicación con un profesional sanitario.