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Zanahoria - Tez radiante y antioxidante natural : Su selección de farmacias en línea

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¿Qué son las zanahorias?
La zanahoria es una raíz comestible de la familia de las apiáceas (o umbelíferas). Originaria de Asia Central, se ha extendido progresivamente por todo el mundo y hoy es una de las hortalizas más consumidas. Originalmente, las variedades silvestres eran de color blanco o violáceo, mientras que la zanahoria naranja que conocemos hoy es el resultado de una selección varietal selectiva. Se consume cruda o cocinada, a menudo por su sabor ligeramente dulce y sus interesantes propiedades nutricionales.

¿Por qué es famosa la zanahoria por su riqueza en nutrientes?
Las zanahorias son conocidas sobre todo por su alto contenido en betacaroteno, un pigmento de la familia de los carotenoides. Cuando se ingiere betacaroteno, el organismo puede convertirlo en vitamina A, esencial para la visión, el crecimiento y la salud de la piel. Además de betacaroteno, las zanahorias contienen :

Fibra alimentaria, que favorece la regularidad intestinal y contribuye a la sensación de saciedad.
Vitaminas (B, C, K), que intervienen en diversos mecanismos metabólicos.
Minerales como el potasio, necesario para el equilibrio electrolítico y la contracción muscular.
Estos elementos hacen de la zanahoria un elemento importante en una dieta equilibrada, sobre todo por su bajo contenido calórico.

¿Qué relación tiene la zanahoria con la salud visual?
La zanahoria debe su reputación de "verdura para los ojos" a su alto contenido en betacaroteno, que el organismo convierte en vitamina A. Esta vitamina contribuye a la formación de la roya. Esta vitamina favorece la formación de rodopsina, un pigmento esencial para la visión crepuscular y nocturna. Una carencia de vitamina A puede provocar dificultades para ver en el crepúsculo, e incluso un mayor riesgo de ceguera nocturna. Aunque las zanahorias contribuyen eficazmente al aporte de vitamina A, es esencial recordar que no curan por sí solas los problemas visuales estructurales. Mantener una dieta variada y equilibrada sigue siendo la clave para favorecer la salud ocular en general.

¿Cómo actúa la zanahoria como antioxidante?
El betacaroteno, principal carotenoide de la zanahoria, tiene una acción antioxidante. Ayuda a neutralizar los radicales libres, moléculas inestables que pueden causar daños celulares y favorecer el envejecimiento prematuro. Al proteger las células de este modo, las zanahorias pueden ayudar a prevenir ciertos desequilibrios metabólicos. El betacaroteno también actúa en sinergia con otras moléculas antioxidantes (vitamina C, vitamina E, polifenoles) presentes en diversas frutas y verduras. Por tanto, el consumo regular de zanahorias forma parte de un enfoque global de protección del organismo contra el estrés oxidativo.

¿Las zanahorias deben comerse crudas o cocidas para aprovechar al máximo sus beneficios?
Las zanahorias pueden consumirse crudas (ralladas, en bastones, en ensalada) o cocidas (al vapor, hervidas, asadas, en sopa). Desde el punto de vista nutricional:

Cruda, conserva todo su contenido en vitamina C y ciertos compuestos sensibles al calor. Sin embargo, su betacaroteno puede absorberse menos fácilmente si no se combina con una pequeña fuente de grasa (un chorrito de aceite de oliva, semillas, etc.).
Cuando se cocina, su estructura celular cambia, lo que mejora la biodisponibilidad del betacaroteno. En cambio, puede reducirse parte de la vitamina C, más frágil.
Alternar las preparaciones (crudas o cocidas) es una forma excelente de obtener toda la gama de nutrientes de las zanahorias.

¿Qué efectos tienen las zanahorias sobre la piel?
Gracias a su betacaroteno, las zanahorias pueden proporcionar una forma de fotoprotección interna. Evidentemente, no sustituye a la crema solar, pero sus pigmentos antioxidantes actúan como complemento para limitar el impacto de los rayos UV sobre la piel. Algunos aficionados a la "preparación solar" comen un poco más de zanahoria antes del verano para favorecer una tez ligeramente bronceada y mejorar la resistencia de la piel al sol.
Además, la vitamina A que el organismo obtiene del betacaroteno favorece la renovación celular y la salud de las mucosas. Algunos productos cosméticos incluyen incluso extracto de zanahoria por sus propiedades suavizantes y para dar un brillo saludable.

¿Es compatible la zanahoria con diferentes dietas?
Sí, las zanahorias son muy versátiles. Baja en calorías y rica en fibra, se adapta perfectamente a un programa de pérdida o estabilización de peso, ya que ayuda a favorecer la saciedad. Para los deportistas, la zanahoria aporta hidratos de carbono, potasio y micronutrientes que favorecen la recuperación muscular. En dietética clínica, suele estar indicada en casos de fragilidad digestiva, ya que es fácil de digerir y puede ayudar a regular el tránsito. Por último, puede incluirse en la dieta de las personas que siguen un régimen vegetariano o vegano, en particular para aportar abundantes betacarotenos y fibra.

¿Qué otros beneficios aportan las zanahorias a la salud?
Además de sus propiedades antioxidantes y favorecedoras de la visión, las zanahorias ofrecen otra serie de beneficios:

Regulación intestinal: su fibra soluble (pectina) absorbe el agua y puede ayudar a calmar ciertos trastornos diarreicos leves. Sus fibras insolubles estimulan el peristaltismo en caso de tránsito lento.
Efecto prebiótico: alimenta una parte de la flora intestinal, contribuyendo a mejorar el equilibrio de la microbiota.
Índice glucémico moderado: su contenido en azúcares es razonable y su índice glucémico se mantiene bajo o medio según el método de cocción. Por tanto, las personas que vigilan sus niveles de azúcar en sangre pueden incorporarla a su menú sin mayor riesgo, combinándola con proteínas u otras verduras.
Versatilidad culinaria: la zanahoria puede utilizarse en una gran variedad de recetas, desde sopas y zumos frescos hasta pasteles (tarta de zanahoria) y guisos.

¿Cuáles son las distintas variedades de zanahoria?
Aunque la zanahoria naranja es la más conocida, existen muchas otras variedades que se diferencian por su forma, color y sabor:

Zanahoria morada: más rica en antocianinas, a veces tiene un sabor más dulce o ligeramente picante.
Zanahoria amarilla: blanda y menos fibrosa, ideal para cocciones rápidas o para dar un toque de color a los platos.
Zanahoria blanca: heredada de las variedades silvestres, tiene un sabor más sutil y una textura ligeramente más firme.
Zanahoria redonda: cultivada a menudo como aperitivo o decoración, puede ser más crujiente y es popular para picar.
Cada una de ellas aporta una mezcla diferente de fitoquímicos y puede añadir una variedad de matices al plato para sorprender a las papilas gustativas.

¿Cómo se conservan las zanahorias?
Las zanahorias se conservan bien en el cajón de las verduras de la nevera, siempre que se les quite la parte superior, si la tienen. Las partes superiores siguen extrayendo humedad de la raíz, lo que acelera su desecación. Lavadas y secadas con cuidado, las zanahorias pueden conservarse varios días, o incluso semanas, dependiendo de su frescura inicial y de la variedad.
Para una conservación más prolongada, se pueden escaldar (unos minutos en agua hirviendo) antes de congelarlas. De este modo, se dispone todo el año de porciones listas para usar en sopas, purés y guisos.

¿Se pueden utilizar las zanahorias para fines distintos de la alimentación?
Además de en la gastronomía, la zanahoria se utiliza a veces en fitoterapia y cosmética. Su macerado oleoso, obtenido de las raíces secas, puede aplicarse sobre la piel para darle un "brillo saludable" o prepararla para una exposición moderada al sol. También se utilizan a veces mascarillas caseras a base de puré de zanahoria para devolver la luminosidad al cutis.
A nivel industrial, algunos extractos de zanahoria se utilizan en la elaboración de complementos alimenticios ricos en provitamina A. El "zumo de zanahoria" es también un clásico detox, especialmente popular en las dietas de corta duración destinadas a depurar el organismo.

¿Existe algún riesgo en el consumo excesivo de zanahorias?
Como ocurre con otras verduras, el consumo excesivo de zanahorias es poco frecuente y, en general, inocuo. Sin embargo, una ingesta excesiva de betacaroteno puede provocar una coloración amarillenta o anaranjada de la piel, conocida como carotenemia. Es más evidente en las palmas de las manos y las plantas de los pies. Este efecto es inofensivo y reversible cuando el consumo se hace más moderado.
Por otra parte, algunas personas pueden experimentar molestias digestivas si comen demasiadas zanahorias crudas, sobre todo si tienen un intestino sensible. Por regla general, variar la dieta es la mejor manera de garantizar un buen equilibrio de nutrientes y evitar cualquier malestar.

¿Cómo pueden incorporarse las zanahorias a una rutina de salud general?
Gracias a su perfil nutricional equilibrado, las zanahorias encajan perfectamente en un enfoque de bienestar. Para sacarle el máximo partido :

Combine su consumo con una pequeña cantidad de grasas saludables (aceite de oliva, frutos secos, etc.) para optimizar la absorción de betacaroteno.
Varíe los métodos de preparación (cruda, cocida, rallada, en zumo).
Combínela con otras verduras de colores para beneficiarse de una amplia gama de antioxidantes y micronutrientes.
Incluirla en menús equilibrados, combinando proteínas magras, cereales integrales y legumbres.
En resumen, la zanahoria no es un alimento milagroso por sí solo, pero sigue siendo un pilar esencial de la salud diaria y del placer culinario.