Hay ciertos rituales que, una vez puestos en práctica, se convierten en esenciales para el bienestar y la belleza de nuestra piel. Uno de ellos es la exfoliación, que proporciona a nuestra piel un estímulo inmediato.
Nuestra piel se regenera constantemente: las células mueren y son sustituidas por células nuevas. Día tras día, minuto tras minuto, nuestra piel se renueva constantemente. Este proceso sería perfecto si las células muertas no se adhirieran a la superficie de la epidermis. Para deshacerse de ellas, nuestra piel necesita una pequeña ayuda: una "exfoliación" o "scrub", es decir, un tratamiento que consiste en frotar las células muertas de la superficie de la epidermis.
La exfoliación también tiene otros beneficios importantes: ayuda a desobstruir los poros y favorece la eliminación del sebo. Por tanto, ayuda a combatir las pequeñas irregularidades de la piel que pueden dar lugar a los antiestéticos granos y espinillas. Por último, la exfoliación facial estimula la regeneración celular, que tiende a ralentizarse con la edad. La exfoliación ayuda a que la piel del rostro respire mejor.
La exfoliación elimina las células muertas de la epidermis, así como su película hidrolipídica. Por ello, es esencial hidratar la piel inmediatamente después de la exfoliación, con una crema o un sérum. Mejor aún, una vez eliminadas las impurezas, la piel está lista para recibir un tratamiento: no dude en prolongar el momento de belleza con la aplicación de una mascarilla.
Las etapas de una buena exfoliación
Aplicar Precious Facial Scrub sobre la piel seca o ligeramente húmeda, mediante suaves masajes circulares para eliminar las células muertas, evitando el contorno de los ojos. Aclarar abundantemente con agua.
Antes de iniciar la exfoliación facial, recuerde que el objetivo es eliminar las células muertas de la superficie de la epidermis y no dañar su piel.
- Humedece tu rostro: esto hará que el frotamiento sea menos agresivo.
- Coloque un poco de producto exfoliante en las yemas de los dedos y comience el tratamiento facial. Procure frotar suavemente la piel sin insistir, realizando pequeños y ligeros movimientos circulares sobre la zona que desea tratar y evitando la delicada zona del contorno de los ojos. Concéntrese en la zona T (nariz, frente, barbilla): es la zona más grasa.
- Sea breve: el tratamiento no debe durar demasiado para no dejar la piel con sensación grasa.
- Aclarar con agua fría para cerrar los poros.
- Hidratar y nutrir una vez terminado el exfoliante facial, pero no detenerse ahí: es sólo una parte de la rutina para tener una piel clara y bonita. Tu epidermis está temporalmente debilitada por la pérdida de su barrera protectora natural: la película hidrolipídica, una de cuyas funciones es mantener un buen nivel de hidratación en la piel, ayudando a mantenerla suave y flexible. Ahora que has eliminado esta película protectora, trata tu piel con una crema facial hidratante, sea cual sea tu tipo de piel: ayudarás a tu epidermis a recuperar su suavidad y elasticidad.
¿Cómo elegir un exfoliante facial?
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Aquí tienes algunos consejos para elegir un exfoliante facial:
- Determina tu tipo de piel: Si tienes la piel sensible, opta por un exfoliante suave sin granos abrasivos. Para la piel grasa, un exfoliante a base de ácido salicílico o glicólico puede ser más eficaz.
- Elige la textura adecuada: los exfoliantes pueden ser en crema, en gel o granulados. Elige una textura que se adapte a tu tipo de piel.
- Comprueba los ingredientes: evita los exfoliantes que contengan ingredientes agresivos, como alcohol o perfumes. Busca ingredientes naturales como la arcilla, la avena o el azúcar.
- Haz una prueba de parche: Antes de utilizar un exfoliante nuevo, haz una prueba de parche en una pequeña zona de tu piel para comprobar que no causa irritación.
- Respeta la frecuencia de uso: No utilices un exfoliante más de una o dos veces por semana para no dañar tu piel.
Con o sin maquillaje, tu piel necesitaexfoliantes regulares para mantenerse sana y limpia. Ya sean exfoliantes corporales o faciales, estamos asistiendo a la aparición de innovaciones como los peelings faciales, que utilizan un tipo de exfoliante facial completamente diferente.
Verdadero aliado para iluminar el cutis, la exfoliación es una rutina de belleza clásica. Ya sea química o mecánica, elimina las pequeñas células muertas del rostro para impulsar la renovación celular de la epidermis. La exfoliación también afina la textura de la piel y desobstruye los poros. Cuando se exfolia correctamente, el rostro se ve más suave y claro, con un hermoso brillo natural. Tanto si se trata de una exfoliación a largo plazo con una ligera exfoliación diaria, como de los beneficios de una exfoliación más profunda una o dos veces por semana, hay algo para todos los gustos.
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- Para una textura ligera y una limpieza suave, las espumas limpiadoras faciales ofrecen una solución agradable y eficaz.
- Para mantener una hidratación óptima, las cremas hidratantes aportan a su piel suavidad, luminosidad y confort.
- Para controlar el exceso de sebo, los productos matificantes garantizan un cutis uniforme y sin brillos.
- Para exfoliar y alisar la piel con suavidad, los exfoliantes revelan una piel suave y luminosa.
- Para nutrir y purificar en profundidad, las mascarillas hidratantes y purificantes revitalizan y reequilibran la piel.
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