Colocarse un tampón por primera vez puede ser una experiencia aterradora e intimidante. Pero es más fácil de lo que crees: sólo tienes que saber cómo hacerlo. Al llevar un tampón, podrás nadar, correr y hacer cualquier otra cosa sin la incomodidad de una compresa. Si te lo colocas correctamente, el tampón no te dolerá y probablemente ni lo sentirás.
Las infecciones vaginales están muy a menudo relacionadas con el hecho de que la flora vaginal está desestabilizada. Los probióticos son microorganismos vivos que se encuentran de forma natural en nuestro cuerpo. Preservan el ecosistema bacteriano fisiológico y refuerzan así nuestras defensas. Los tampones probióticos son eficaces para prevenir las infecciones. En el momento de la menstruación, las mujeres utilizan estos tampones para restablecer la flora vaginal. En caso de dolor o picor, los tampones pueden utilizarse como complemento del tratamiento.
Se aconseja sustituir la protección íntima cada 4 ó 6 horas. El tiempo exacto depende de la cantidad de sangre que fluya y de la capacidad de absorción del tampón. Si empieza a salir sangre antes de que hayan transcurrido 4 ó 6 horas, es aconsejable retirarlo y sustituirlo lo antes posible.
Algunos especialistas opinan que se puede mantener un tampón sin problemas durante toda la noche o hasta 8 horas. Simplemente debes intentar hacer lo que te parezca mejor estableciendo una rutina que se adapte a ti.
Si lo mantienes demasiado tiempo, existe un pequeño riesgo de contraer el síndrome del shock tóxico (SST ), que es una infección poco frecuente pero peligrosa. Si de repente experimentas fiebre, diarrea, vómitos o mareos intensos al usar un tampón, acude inmediatamente al médico o al servicio de urgencias del hospital.
Para reducir el riesgo de SST, utiliza tampones que no sean demasiado absorbentes, como los modelos de pérdida baja o media. Esto implicará cambiarlos más a menudo.
Si te olvidas dequitarte eltampón, puede que quede aplastado contra la pared de la parte superior de la vagina. No te preocupes. Basta con tirar del cordón para retirarlo. Si te resulta más fácil, incluso puedes meter los dedos para sacarlo. Si sigues sin poder sacarlo, acude inmediatamente a tu médico o a una clínica especializada en ginecología.
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Los tampones probióticos actúan liberando gradualmente lactobacilos u otras bacterias beneficiosas en la vagina durante su uso. Estos microorganismos tienen los siguientes efectos
Para un efecto óptimo sobre la flora vaginal, los tampones probióticos deben utilizarse durante todo el período menstrual, o incluso durante varios ciclos consecutivos en caso de desequilibrio vaginal recurrente.
Los tampones probióticos son adecuados para todo tipo de pieles, incluso las más sensibles. Pueden utilizarse como complemento de un tratamiento contra la micosis o la vaginosis, pero no sustituyen al tratamiento médico en caso de infección activa.
Los tampones probióticos están especialmente indicados para :
A diferencia de los tampones convencionales, los tampones probióticos no se limitan a absorber el flujo menstrual. También actúan sobre el equilibrio vaginal aportando microorganismos beneficiosos. Además, los tampones probióticos suelen estar formulados sin sustancias potencialmente irritantes, como el cloro o los perfumes, lo que los hace más suaves para la zona íntima.
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