Para mejorar el crecimiento del cabello, es necesario comprender su ciclo de vida.
El cabello tiene una organización específica y al mismo tiempo complicada. Puede que no seamos conscientes de ello, pero el pelo es un órgano en sí mismo, con un papel que desempeñar en la estética, la protección del cráneo y la termorregulación para un buen crecimiento del cabello.
Nuestro cabello sigue un ritmo muy preciso, un verdadero ciclo vital compuesto de tres fases. La fase anágena es la fase de crecimiento, cuando el cabello crece a partir del bulbo piloso. Es la fase más larga, ya que casi el 90% de nuestro cabello se encuentra en la fase anágena. La transición a la fase catágena marca el final del crecimiento y dura unas semanas. Después, en la fase telógena final, el cabello se desprende progresivamente del folículo y se cae. Nuestro estilo de vida, la contaminación, el estrés y los cambios hormonales alteran nuestros ciclos capilares y una cantidad anormalmente grande de cabello acaba en la fase telógena. Este fenómeno es el que provoca la caída excesiva del cabello.
El folículo piloso es una parte independiente de la piel del cráneo. Adopta la forma de plumón o de pelo, dependiendo de una serie de factores como la edad y los niveles hormonales.
Por término medio, el cabello de un adulto está formado por unos 120.000 pelos, que se renuevan constantemente a ritmos diferentes, alternando fases de crecimiento, involución, reposo y, por último, caída. Por término medio, cada día se caen de forma natural entre 50 y 100 cabellos.
Los cabellos no crecen todos al mismo tiempo ni en sincronía, sino en ciclos o periodos (de 15 a 20 a lo largo de la vida) jalonados por varias etapas de duración variable.
Existen tres fases en el crecimiento del cabello:
Nuestro estilo de vida maltrata y cansa nuestro cabello. En un ciclo normal, crece, se estabiliza y se cae. Sin embargo, puede sufrir cambios en su ciclo vital como consecuencia de las muchas tensiones a las que lo sometemos. Los champús, los tintes y los alisados van desgastando poco a poco la queratina de nuestro cabello. Además, el embarazo o factores hereditarios pueden contribuir a la caída o al crecimiento lento del cabello.
He aquí un pequeño truco para acelerar el crecimiento del cabello:
Masajear el cuero cabelludo estimula la circulación sanguínea, haciendo que fluyan más nutrientes a las raíces y optimizando el crecimiento de cada cabello. Además, el masaje del cuero cabelludo es bueno para el bienestar. Dos técnicas en particular te ayudarán a hacer crecer el cabello. La primera consiste en presionar suavemente todo el cuero cabelludo con los diez dedos, sin llegar nunca a causar dolor. Un masaje debe ser agradable y relajante. La segunda técnica consiste en dar golpecitos: golpea suavemente el cuero cabelludo con las yemas de los dedos, pero con bastante rapidez.
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