Su nombre latino, hippocastanum, significa "castaño de Indias", porque los turcos lo utilizaban como estimulante para sus caballos testarudos; también creían que el fruto del castaño de Indias podía curar la calvicie prematura. El Dr. Bachelier importó el árbol de Constantinopla a Francia en 1615 por su curiosidad botánica, relegándolo a las filas de los árboles ornamentales. Posteriormente se introdujo en toda Europa. En el siglo XVIII, su corteza tenía fama de curar las fiebres y se utilizaba cuando escaseaba la quina. A principios del siglo siguiente, se descubrió que la corteza tenía poco efecto febrífugo, pero que era astringente, por lo que se utilizaba por vía oral para la diarrea y localmente como antiséptico para úlceras y heridas gangrenosas. Su uso medicinal en medicina popular está bien documentado. Los extractos alcohólicos se utilizan por sus efectos venotónicos desde principios del siglo XX, sobre todo en el tratamiento de trastornos de la microcirculación visceral como las varices del esófago, la pelvis o las hemorroides. Externamente, la semilla se utiliza para contusiones y heridas no penetrantes.
En 1565, Guillaume Quackelbeen envió ramas del castaño de Estambul a Matthiole, quien las describió en Italia. Diez años más tarde, el castaño fue plantado en Viena, y luego introducido en Francia por el Dr. Bachelier en París. En el siglo XVIII, se extendió por toda Europa, llegando incluso a Gran Bretaña, donde el Dr. Bach creó las famosas flores de Bach, White Chestnut y Chestnut Bud. En la medicina popular balcánica, las hojas y las semillas se utilizaban para tratar inflamaciones y heridas, mientras que la corteza se empleaba para tratar dolores de garganta y problemas respiratorios. Su nombre latino, Hippocastanum, recuerda su uso veterinario para tratar a los caballos sobreexigidos.
Acción dela escina sobre las enzimas lisosomales.
Gracias a sus compuestos activos, en particular la escina, el castaño de Indias posee notables propiedades para la salud, en particular para el sistema venoso y capilar.
La aescina actúa aumentando la tensión venosa mediante una mejor regulación de los iones en los canales venosos, como se ha demostrado in vitro e in vivo. También estimula la secreción de prostaglandinas F2α y tiene un efecto corticomimético, lo que refuerza su acción antiinflamatoria.
El extracto de castaño de Indias captura eficazmente las formas reactivas del oxígeno, como los radicales libres y los peróxidos lipídicos, protegiendo a las células del daño oxidativo. Los extractos metanólicos, ricos en aescina, presentan la mayor actividad antioxidante.
En las venas, la escina reduce la viscosidad de la sangre, tonifica las paredes venosas e inhibe las enzimas lisosomales como la hialuronidasa, protegiendo así el ácido hialurónico y los proteoglicanos. Estos mecanismos reducen el edema y mejoran los síntomas de la insuficiencia venosa crónica, como confirman los ensayos clínicos.
A nivel capilar, el castaño de Indias refuerza la resistencia capilar, reduce la filtración transcapilar y previene el edema.
La semilla de Castaño de Indias también tiene efectos normoglucemiantes, nefroprotectores, diuréticos, antiinfecciosos, neuroprotectores y gastroprotectores, ofreciendo una amplia gama de aplicaciones terapéuticas.
El castaño de Indias presenta ciertas contraindicaciones y precauciones que deben observarse:
Estas precauciones garantizan una utilización segura y adecuada del castaño de Indias.
La tintura estabilizada de castaño de Indias figura en la Farmacopea francesa. La semilla y la corteza, disponibles en farmacias, disponen de una monografía comunitaria de la EMA y están incluidas en la lista de plantas medicinales de la Farmacopea francesa. Están autorizadas como ingredientes de complementos alimenticios en Francia.
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